viernes, 13 de diciembre de 2013

022


Los cambios de Madrid a Navarra.

Volvimos a Navarra y a partir de aquí, hemos vivido 32 años en aquellas tierras. En ese tiempo ocurrieron muchos acontecimientos; unos buenos y otros malos. El 3 de Agosto de 1968 muere en Madrid mi querida madre con 61 años, de un derrame cerebral. Creo que estuvo 5 días entre la vida y la muerte. Me avisaron un poco tarde. Cuando llegué al hospital no pude verla viva. Después del funeral, mi padre y mis dos hermanos se vinieron con nosotros a Navarra. Estuvieron una semana en nuestra casa para hacernos compañía y poder volver a la normalidad toda la familia. Se marcharon a Madrid, para seguir con sus tareas. Transcurrió un año de este suceso y volvió a pasar otro muy parecido con el padre de mi esposo.

Ocurrió que nosotros teníamos en mente volver a Madrid, pero él seguía trabajando con su padre. Como se les conocía en toda la merindad como escultores al padre y al hijo, llamaron al hijo por teléfono para que fuera a Cintruénigo, en la Ribera de Navarra. Era para entrevistarse con un empresario que tenía una fábrica de alabastro y se presentó para ver de qué se trataba. Le propusieron
el puesto de diseñador para nuevos modelos. La casualidad fué que él era también bastante conocido en Madrid por el padre y el hermano de ese empresario, porque esta familia tenían otra fábrica de alabastros en sociedad entre el padre y los hijos en la capital
y querían que intercambiara su labor entre las dos fábricas; primero Cintruénigo y después en Madrid. Con este trabajo mi esposo pensó que podíamos volver a vivir en Madrid y aceptó el trabajo, pero no se atrevió a decir nada de lo hablado a su padre, aunque sí se lo comentó a su madre. Sabía él que a su padre no le iba a gustar.

Al siguiente domingo, fuimos los cuatro a Cintruénigo para que nos conocieran; mi esposo, los dos niños  y yo, con la alegría de que gustamos a la esposa del empresario. Nos dijo que nos buscaría casa el tiempo que estuviera mi esposo preparando los modelos de esculturas que tenía que diseñar. Cuando iba a tomar posesión de su cargo, su padre tuvo un accidente y falleció unos días antes de tener que incorporarse al nuevo trabajo en Cintruénigo. Fué en noviembre de 1969. El único hermano, tenía diez años menos que él y no sabía nada del oficio de marmolista, ni estaba preparado para hacerse cargo del taller con bastantes obreros. Su madre quedaba desamparada y le lloraba, así que tuvo que hacerse cargo de la empresa de su difunto padre y solo teníamos 33 años de edad.

La empresa de su padre era en sociedad con otro señor y tuvo muchos problemas con él. Se nos estropeaban todos nuestros sueños y la vuelta a Madrid. En la empresa de alabastros se disgustaron mucho, ¡no se lo podían creer!. Después de este suceso tuvo que renunciar a lo que él deseaba. Eso fue uno de nuestros reveses. Gracias al amor que nos hemos tenido salimos delante. Yo seguía echando de menos mi zona de Ventas y de vez en cuando iba a la casa de mi padre y hermanos con mis hijos, para que no se olvidaran de los familiares. Mientras tanto, mis dos hermanos seguían trabajando en la peluquería.

  
La sorpresa de la descalificación de la peluquería.                             
                  
Solo habían pasado ocho años, cuando nos avisaron que era probable que tiraran la casa donde habíamos puesto nuestra peluquería, la que tanto nos había costado coger con el trabajo por parte de todos. Se puso con tanto esfuerzo que no me lo podía creer. ¡Lo querían expropiar!...

Decían que era para hacer una raqueta o parque; zona verde y además, que salía dos metros respecto a las casas colindantes.
La peluquería se cogió en el año 1958 y en el año 1960 se inauguró. Pasaron unos años y en 1968, la descalificaron. Decían que era por el Sector polígono. 31 Avenida De la Paz. ¡Nunca estuvimos conformes!  Mi padre murió en el año 1976, sin saber qué iba a pasar con la peluquería. Estuvimos pagando minutas a los abogados para tratar de frenar el derribo o lograr derecho a retorno, pero fue imposible. El jurado de expropiación puso un justiprecio de 607.935 pesetas. En el año 1976 pedíamos 3.250.000 más el 5% de afección. En enero de 1977 fue recurso desestimado. Después escribí al defensor del pueblo D. Joaquín Ruiz-Giménez Cortés en el año 1.984 y no conseguí nada. Al final el 28 de febrero del año 1992 tiraron la casa y no con el fin de hacer un parque o una zona verde, sino ¡¡ para hacer un Hotel !!.
   
               
   

1 comentario: