sábado, 1 de diciembre de 2012

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De mi Madrid, ha cambiado muchas cosas.  
¡Ya desaparecieron los campos! La calle, Alcalde Lopez Casero era todo campo con terraplenes. 
Jugábamos tirándonos cuesta abajo del terraplén y rompíamos las bragas. 
Algunos domingos íbamos a la iglesia. La llamaban “Casita la virgen”, por los niños. Recuerdo ¡¡¡que cantaban como los propios Ángeles!!!. Ahora es el Barrio de la Concepción, aunque normalmente íbamos a nuestra parroquia del Carmen.
El parque Bami también era todo campo. Quitaron la vaquería de Ángel Gléz. Tejedor, donde mi madre traía la leche caliente 
recién ordeñada.
La calle José Villena, sigue igual, ¡pero no está la iglesia del Carmen!, que era donde nos bautizamos mi hermana, mi hermano y yo. 
Ahora la iglesia del Carmen está en Ricardo Ortiz.

Como dije anteriormente, al ser mi padre tan liberal no quiso bautizarnos hasta que fuéramos mayores.
Don Ángel, el párroco, conocía mucho a mi abuela paterna y a su hermana. Ellas para semana santa, hacían de las palmas 
obras de arte y se lo regalaban a la madre del párroco, porque había mucha amistad y vivían frente a mis familiares.
Mi abuela y su hermana iban a misa, mi padre no. Ellas eran religiosas y practicaban. Mi madre también era muy religiosa, 
aunque no practicaba.
El párroco le dijo a mi padre que nos veía en misa y que nos bautizara. Mi padre nos lo preguntó: "¿queréis ser bautizadas?
¡Dijimos que sí! muy contentas y también, porque  teníamos un hermano que nos hacía mucha ilusión. Fuimos bautizados los tres hermanos a la vez; yo con 8 años, mi hermana con 6 y mi hermano con 2 meses. Fue muy raro bautizar a mi hermano sin esperar 
a que fuera mayor de edad. Era porque mi madre deseaba el bautizo de los tres hijos. Eligieron padrinos y me acuerdo del padrino, que fué el mismo para los tres hermanos. Mi madrina fue una hermana de mi madre. Mi tía tenía 18 años cuando me bauticé 
y todavía vive. Ahora tiene 86 años y es la pequeña de los 9 hermanos. Hoy día, todavía recuerdo los detalles de nuestro bautizo 
y el chocolate que se dio a la familia.

     
Tuve otra hermana que nació 4 años antes que yo. Murió en el año 37 en un incendio provocado por un brasero eléctrico. 
Yo tenía siete meses y estaba en esa cama. Se me quemó un brazo solamente.
La enterraron en el cementerio Civil,  por no estar bautizada. ¡Ahora no sería así!...

Según nos decía la familia, mis padres nunca pudieron hablar de la Tragedia. 
En casa era “Tabú”.
Mi madre salió a por el agua y la dejo sola jugando. El babero se le prendió, se fue corriendo para apagarse el fuego con la ropa de la cama. Por esa razón me queme yo, según dijo la  niña que hablaba mucho, pues era muy lista. Murió ocho días después. Todavía no había penicilina.
Mis tíos por parte de madre y de padre alguna vez hablaban de ella, contando anécdotas de la niña. Decían que era muy guapa, de pelo negro. Se parecía a mi madre que fue muy guapa, con el pelo a media espalda recogido con un moño.
Todos los días iba la peluquera a mi casa. Ella no podía peinarse como le gustaba. Se había acostumbrado a que mi abuela la peinara cuando fue soltera. Siempre la conocí impecable con su cabello.

Recuerdo haber ido con mi madre al cementerio en que estaba el político Pablo Iglesias. Estaba a la entrada del cementerio 
y siempre había una flor roja encima de la figura. 

¡No quiero llorar!  Cuando los viejos lloran, se vuelven ridículos.
Las lágrimas no encajan en unos ojos caducos.

Fui varias veces con mi madre a ese cementerio civil para rezar a mi hermana. 
Yo la decía; "Mama... ¿porque no están todos los familiares juntos?"
Había que cruzar la carretera e ir de un cementerio a otro. Ella decía que era muy diferente, por ser cementerio Civil.
No me atrevía a decirla nada más, 
¡Tendría 6 años cuando recuerdo que me llevaba!. Seguro que fuí con ella mucho más pequeña, aunque no lo recuerdo.
Yo iba mucho con mi abuela materna al cementerio de la Almudena. Me llevaba porque decía que había obras de arte. 
Me extrañaba que fuéramos a distintos cementerios para ver a nuestros familiares. 
Los abuelos paternos tenían un panteón muy bonito, rodeado de “Siempre vivas”
Desde que pasó esa tragedia, estuvo una muchacha cuidándonos. Se llamaba Ascensión. La pagaría muy poco por ser vecina 
y recordando que era la posguerra, todo fue muy difícil. Unos años más y ya no hizo falta que la vecina nos cuidara. Siempre he pensado en esa vecina…
Como me bautizaron con 8 años, comulgue con 11. Tengo un diploma recuerdo de la primera comunión, del 3 de junio de 1947. 
Fui a la catequesis con una maestra de mi calle nº 49. Ella ayudaba a la iglesia.
También di catequesis con Dª Fabiola Mora de Aragón y su amiga Dª Pilar, que iban mucho a la iglesia del Carmen para ayudar.



A pesar de todo lo que ocurrió, fui feliz en la casa de mi infancia. ¡He tenido la casa más bonita de las que he vivido
a lo largo de mi vida!  ¡¡¡He cambiado de casas más de 8 veces!!! Y con calefacción como la de Aguilar de Campoo 
junto la Dehesa de la Villa, hasta que fui a navarra. ¡Pero  el principio de mi vida es lo que más recuerdos me traen!
  
  
  
   

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